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Economía doméstica

En este apartado queremos proporcionarte ideas y herramientas para que mejore tu economía doméstica desde la responsabilidad personal, la austeridad y el ahorro.

“Austeridad es dedicar los recursos disponibles a las necesidades más importantes”

Dicen nuestros mayores “No hay mejor lotería que una buena economía” y cuánta razón llevan… Estamos viviendo tiempos difíciles, una crisis en toda regla  y toca apretarse el cinturón, estirar al máximo nuestros ingresos, ser solidarios con los que peor lo están  pasando y priorizar un consumo responsable como forma de vida que haga sostenible nuestro planeta.

«Compra solamente lo necesario; lo superfluo, aunque cueste solo un céntimo, es caro»

Séneca

“No ahorres lo que te queda después de gastar, gasta lo que te queda después de ahorrar”

Warren Buffet

¿Por qué es importante conocer tu economía doméstica?

La economía doméstica se basa en los ingresos y los gastos de una familia y busca ayudar a su buena gestión. Conocer y saber administrar el dinero de tu hogar tiene numerosas ventajas:

  • Poder acabar el mes con un saldo positivo en la cuenta, o con beneficios respecto del mes anterior.
  • Poder organizarse para cubrir las necesidades y las peticiones de cada miembro de la familia.
  • Aporta una sensación de estabilidad y seguridad financiera, que te permitirá estar tranquilo a lo largo del mes sabiendo que el día 30 no tendrás el agua al cuello.
  • Identificar nuestros ingresos y gastos es el primer paso para una buena planificación económica, Comencemos por los ingresos

    En primer lugar, tendremos que saber diferenciar entre los ingresos que tenemos de manera fija (salarios), y los que tenemos de manera variable (pagas extraordinarias,  propinas…)

    De manera similar, diferenciaremos entre los tipos de gastos que tenemos. 

    • Gastos fijos, que son aquellos que suponen una salida de dinero segura, periódica y obligatoria que debemos realizar ya que, en caso contrario, nos veremos desprovistos de determinados servicios. Ejemplos de estos gastos pueden ser las facturas de electricidad, hipotecas, colegios o impuestos. 
    • Gastos corrientes, la principal diferencia con los anteriores es que estos no suponen una obligación, es decir, no tenemos que pagar una determinada cantidad de dinero a una persona o entidad en una fecha. Sin embargo, son gastos necesarios en nuestro día a día y, por ello, es muy importante que los tengamos en cuenta. Para saber identificarlos te recomendamos que pienses en qué haces normalmente durante un día. Te darás cuenta de que siempre te mueves a algún lado y que eso supone un gasto de transporte. Además, vas al supermercado y, cuando tú o tu familia lo necesita, compras ropa. Dentro de los gastos corrientes deberías hacer un hueco para la solidaridad. Poder destinar un dinero a los que más lo necesitan debería ser una obligación personal. Aunque tu situación no sea muy buena, seguro que otros están en peores condiciones. 
    • Gastos ocasionales. Este tipo de gastos varían mucho dependiendo del mes, y en muchas ocasiones, es prescindible o reducible. Estamos hablando básicamente de ocio (ir al cine, salir a comer o cenar fuera, salir a tomar algo, hacer viajes). Dentro de los gastos ocasionales tenemos que saber distinguir entre los que son necesarios como por ejemplo una visita al médico y los que son puro ocio.
    • Gastos extraordinarios, son con los que no contabas y que pueden suponer un quebradero de cabeza. La rotura de un electrodoméstico, la derrama de la Comunidad de vecinos, una avería de fontanería, eléctrica… son ejemplos de gastos extraordinarios o imprevistos. Para este tipo de gastos conviene tener una reserva.

    Algunas recomendaciones respecto a ingresos y gastos:

    Los ingresos siempre deberían ser superiores a los gastos. Independientemente de lo que ingreses, debes moderar tus gastos a las necesidades reales, sin derrochar o despilfarrar. No es ético. La austeridad  y el consumo responsable deberías tenerlo siempre en mente.  Nunca deberías gastar por encima de lo que ingresas.

    Es importante fijar un límite en los gastos corrientes y en los ocasionales. Que ingreses mucho no debería ir acompañado de gastar mucho.

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  • Se trata de una herramienta muy importante que te va a permitir planificar tu economía y tratar de no improvisar. Va a recoger tus ingresos y cómo distribuyes los gastos. Tendrás que tomar algunas decisiones y establecer prioridades sobre en qué gastar y cómo hacerlo. Ajustarse al presupuesto planificado te puede dar tranquilidad, confianza, seguridad. Si has establecido una buena política económica responsable, austera y solidaria te puede hacer sentir muy bien.

    Aquí te dejamos una infografía sobre el presupuesto familiar y en el bloque siguiente una plantilla de Excel para que puedas hacer tu control mensual  de  ingresos y gastos ¡¡¡¡Manos a la obra!!!!!

     

    Descarga un documento informativo

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  • ¿Cómo utilizar una hoja de cálculo para control mensual?

    Accede a la herramienta Excel de control mensual

    Esta hoja de cálculo para control mensual es una herramienta que nos va a permitir llevar al día nuestros gastos y tener monitorizado en todo momento qué estamos haciendo con nuestro dinero de manera que sepamos dónde recortar o dónde invertir en caso necesario.

    ¡En caso de que no sepas utilizar Excel se puede reproducir esta plantilla a mano e ir completándola!

    La idea de esta plantilla es ayudarnos a saber por dónde podemos recortar, cómo estamos gastando nuestro dinero o simplemente organizar nuestros gastos e ingresos. Al final de la plantilla tenemos otro recuadro para ver a final de año como hemos cumplido con nuestras expectativas y si hemos sobrepasado o ahorrado en algún aspecto. La idea es que antes de empezar, se rellene la columna de presupuesto con cuánto estimamos gastar al mes y comparemos con lo que realmente hemos gastado. La columna porcentaje nos da cuánto nos hemos gastado de lo que teníamos estimado. Si la columna nos indica un 80%, implica que nos hemos gastado sólo un 80% de lo que teníamos presupuestado mientras que si la columna indica 120% esto indica que el gasto real ha sido un 20% superior al que habíamos estimado.


    La columna variación nos indica cuánto hemos gastado de más o de menos en términos reales. Es decir, si la columna variación me da +6€ quiere decir que he gastado 6 euros de menos mientras que si me indica -5€ querrá decir que me he gastado 5 euros más de lo previsto. Esto nos da una visión tanto porcentual como numérica para ver por dónde podemos recortar o dónde estamos gastando más de lo debido.

    Hemos dividido el Excel en dos apartados: Ingresos y gastos.


    Ingresos: En la parte de Ingresos apuntaremos todo lo que nos aporte un beneficio. En este caso tendremos los sueldos de las personas contribuyentes, cualquier paga extraordinaria o propina que se reciba. Hemos dejado algunos apartados para otros en caso de que se haya recibido otro tipo de ingreso extra.


    Gastos: Hemos dividido el 100% de los gastos en seis apartados cada uno tiene que representar un porcentaje de los ingresos. Estos porcentajes están pensados para que la economía familiar esté sana. En caso de necesidad se podría recortar en cualquiera de los aspectos como inversión o donación entre otros, pero hay que tener claro que debemos adaptarnos lo máximo a este modelo. Pese a ello los porcentajes pueden variar en base a las necesidades de cada uno.


    Inversión

    En este apartado podríamos meter gastos destinados a crear un valor a futuro. Podemos invertir en una vivienda si estamos pagando una hipoteca, en una idea de negocio que queremos desarrollar a futuro o en renta variable o fija.


    Educación

    Este apartado va destinado al desarrollo personal y profesional, no tiene que ver con la educación obligatoria de los hijos. Es decir, si decidimos hacer un curso para aprender una nueva profesión, compramos un libro para aprender sobre algo en concreto estaría destinado a este apartado.

    Donación: Cualquier donación económica que se haga a la Iglesia, ONGs  u otras causas de interés.


    Necesidades básicas

    Este es el apartado más importante ya que debería representar el 50% de nuestros ingresos. Hemos dividido en vivienda, alimentación, transporte, servicios, ropa y salud. Cada gasto tiene que ir en su correspondiente apartado para poder tener monitorizados todos los gastos.
    El último apartado es ocio en el que incluimos un día en el cine o las vacaciones de verano. Todo lo que no sea comida necesaria como salir a cenar por un cumpleaños o un aniversario

    ¿Qué hacer con los ahorros?

    Es importante tratar de ahorrar, tener un colchón financiero para cuando tengamos necesidades o para sentirnos más seguros. Para ello hay una gran cantidad de oferta de productos para colocar tus ahorros. Siempre debes tener presente que  cuando contratas un producto de ahorro o inversión, tienes que tener en cuenta tres variables: liquidez, riesgo y rendimiento y es imposible tener las tres a la vez:
          ⦁ Liquidez: Es la facilidad que tienes para vender o comprar tu producto de ahorro o inversión y recuperar tu dinero. Si puedes venderlo cuando quieras y hay alguien dispuesto a comprarlo, esto significa que hay mucha liquidez.
            ⦁ Riesgo: la posibilidad de rendimientos inesperados que hagan disminuir el capital invertido.
            ⦁ Rendimiento: recompensa por renunciar a efectivo y asumir un riesgo. Es decir, la compensación financiera recibida de una inversión, los rendimientos de tu inversión..
    Lo ideal sería encontrar una inversión que pudiera aportarte mucha rentabilidad, con mucha liquidez y poco riesgo. Por ejemplo, contratar una cuenta del banco que pudiendo sacar tu dinero en cualquier momento y sin ningún tipo de riesgo, te aportara un 11% de rentabilidad anual. Desgraciadamente, los chollos no existen, y hay algo que no estarás viendo pero que haga que esta opción no sea tan maravillosa como parece.
    Cuanto más seguro y líquido sea el activo, menos rentable será y viceversa. 

    • Activo muy líquido → poco riesgo → poco rendimiento 
    • Activo poco líquido → más riesgo → más rentabilidad. 

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  • En el caso en el que necesites una cantidad de dinero que ahora mismo no tienes, puedes acudir al banco a pedir un préstamo. Ya sabes que esto no que nos estén regalando el dinero. El banco te cobrará un precio por ese dinero, que es lo que se llama el tipo de interés, lo que quiere decir que tendrás que devolver el dinero recibido (principal) más los intereses generados.

    Cuando vamos a contratar una hipoteca, es importante prestar atención y estudiar los distintos indicadores que se nos ofrecen con la finalidad de escoger la opción más favorable para nosotros. Por ello, resulta fundamental comprender qué es el TAE y el TIN y en qué se diferencian.

    El TIN, o Tasa de Interés Nominal, es el porcentaje fijo que se pacta con el banco como pago por el dinero que nos han prestado, sin incluir, como sí hace la TAE, los gastos y comisiones. Indica el tanto por ciento que recibe el banco por prestar el dinero. Esto será la cuota que se abona al banco mes a mes como cuota de la hipoteca.

    El TAE, o Tasa Anual Equivalente, es el indicador que, ‘a priori’, mejor refleja el coste final de la hipoteca, es decir, lo que habremos pagado en total por ella al final de la vida del préstamo. Esta incluye, por tanto, los gastos y comisiones.

    Por ello, es importante tener en cuenta que ciertas entidades, pueden ofrecer un TIN muy bajo con el objetivo de atraer clientes y que la TAE resulte ser muy elevada por las comisiones que se aplican. Será la TAE la que nos diga si una oferta es más barata o no que otra, y en lo que nos tendremos que fijar en última instancia. Sin embargo, esta puede contener lagunas, debido a la gran cantidad de gastos que se pueden incluir en ella.

    Es muy importante entender lo que estás comprando o contratando. Nunca compres algo que no entiendas o que no sepas lo que es. Los chollos no existen. Y sobre todo vete a varias entidades financieras, busca y compara. Merece la pena.

    Descarga también este documento sobre endeudamiento responsable. 

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